El Gobierno nacional oficializó el aumento del Salario Mínimo, Vital y Móvil (SMVM), que será de $317.800 en julio y alcanzará los $322.000 en agosto, según lo dispuesto en la Resolución 5/2025. La suba se realiza en cinco tramos progresivos iniciados en abril, tras no lograrse acuerdo entre empresarios, sindicatos y el Ejecutivo.
El salario mínimo impacta directamente en jubilaciones, becas, asignaciones y planes sociales, ya que muchos de estos beneficios toman al SMVM como referencia para calcular montos o establecer requisitos. Por ejemplo, la jubilación sin moratoria equivale al 82% del SMVM, y las Becas Progresar dependen de un tope de ingreso familiar basado en este salario.
Pese a la actualización, el salario mínimo sigue lejos de cubrir la canasta básica, que superó los $850.000 en mayo, lo que implica que el nuevo monto solo representa un 37% de los gastos esenciales. Esto genera preocupación en sectores sindicales y sociales, que reclaman una actualización más acorde a la inflación.
También afecta el piso de las negociaciones paritarias, sobre todo en sectores informales o con baja capacidad de negociación, y actualiza automáticamente beneficios como la prestación por desempleo.